La colocación de elementos de juego como una mesa de ping-pong y la instalación de cierres perimetrales pondrá freno a la celebración de botellones en la terraza del Kulturgune de Mamariga. El Ayuntamiento ha invertido 78.000 euros en reacondicionar este espacio y convertirlo en una extensión del centro cultural, al tiempo que ataja las pintadas y actos vandálicos que sufría este punto de la plaza Párroco Elías.

Además de cerrar con dos vallados laterales el acceso, que hasta ahora era libre, se ha creado una nueva puerta para controlar el paso desde el vestíbulo del Kulturgune de Mamariga. De esta manera, los elementos estarán disponibles en el horario del centro, de 10.15 a 13.45 y de 17.00 a 19.45 horas, entre semana. Los sábados abrirá solo de mañana.

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